Ubicado en el Golfo Nuevo, al sudoeste de la península de Valdés, provincia de Chubut.
Fue librado al servicio en octubre de 1916.
Augusto Baccarini fue el encargado de su construcción con la ayuda de 8 operarios más.
Su estructura consta de una torre troncopiramidal de hierro de 15 metros de altura con una elevación sobre el nivel del mar de 34, 5 metros.
Posee una garita roja con 2 franjas horizontales blancas y una central roja.
1884
Uso de lámparas eléctricas
A partir de 1884, comenzaron a utilizarse lámparas eléctricas en algunos pequeños faros franceses.
La Argentina ofrece numerosas alternativas turísticas y culturales que hacen de este país un paso obligado para todo amante de la navegación y la náutica.
A su extensa costa marítima, que toca el suelo argentino de manera interrumpida desde Buenos Aires hasta la austral Tierra del Fuego, se le suman caudalosos y transitados ríos internos, entre los que se destacan el Río de la Plata, el Paraná, el Uruguay, el Negro y el Pilcomayo.
A la enorme vida fluvial del país, debemos agregar como atractivo, la proliferación de faros, construidos en diferentes épocas y con diversos materiales y estructuras, para la orientación de los navegantes que recorren las aguas de esta región.
Además de su rol principal, el orientar a los navegantes de los ríos y mares, poseen un enorme valor histórico cultural y arquitectónico que trasciende largamente su función especifica hasta el punto de que la mayoría de ellos una vez caducada su función se mantienen convertidos en museos o simples paseos para la visita y el goce del publico en general.
El primer faro de Argentina fue también el más austral del mundo, ubicado en la Isla de los Estados, perteneciente a la provincia Tierra del fuego, fue el faro San Juan de Salvamento, el que inspiro a JulioVerne en su famosa obra “El faro del fin del mundo”.